miércoles, 15 de noviembre de 2017

En las manos equivocadas

¿Cuántas veces me pregunto la razón por la que puse mi corazón en las manos incorrectas?

Al pasar de los días el sentimiento de enojo, de frustración, de decepción se hacen más grandes, el no poder verte a los ojos y decirte lo que siento y lo que pienso hace que mi herida no sane y mi círculo no cierre, que mis emociones continúen a flor de piel.

Y es que la cobardía de no verme a la cara fue tu mejor escudo y el pretexto suficiente para salir corriendo y dejar todo atrás sin importar que podía yo sentir.

La preguntas sin respuestas, el círculo sin cerrar, el amor que no desaparece y mi gran vacío.

Maltratar, maldecir, gritar, no valen ya la pena, solo me queda sanar el corazón para no seguir sintiendo ese odio que corroe mi ser.

Si de algo sirve, sólo se que a diario le pido a Dios por ti y por tu seguridad, porque esa misma equivocación, traición o infidelidad de la cual fui parte no lleve a tu vida el caos y la destrucción de tu mundo.

En las manos equivocadas, si, pero con la dignidad reconstruyendose poco a poco...

domingo, 17 de septiembre de 2017

Olvidamos que era amarnos sin medida.

Mejor suelta ya mi mano....

¿Cuántas veces nos hemos dedicado a matar poco a poco el corazón? conciente o inconcientemente nos dañamos, fingimos que nuestra historia continúa siendo la del inicio, ese inicio donde ambos sabíamos que no eras para mi.

Largas noches pensando como encender de nuevo esa luz, esa magia, esos suspiros al pensarnos, poco a poco dejó de existir, poco a poco se nubló el camino, y nos aferramos a una historia que día a día muere un poco más.

Estaba tan equivocada aunque se perfectamente que no me arrepiento de nada, que fuiste y serás lo mejor que Dios puso en mi vida, que reconstruyó un corazón fracturado, que contigo aprendí lo que era amar verdaderamente, llenaste mis días de colores, de sueños, de ilusiones y de eso llamado VIDA!!!

Por ahora es momento de dejarte ir, serán días para tocar el infierno, llegar al fondo y estar ahí por algún tiempo, abriendo poco a poco las alas para tomar impulso y salir de nuevo con alas renovadas y vivir nuevamente en el camino que tenía antes de ti.


miércoles, 13 de septiembre de 2017

De dónde saco el valor?

Muchas veces siento que las fuerzas no dan más, que la paciencia llegó a su fin, que el amor claudica y deja de florecer, pero me bastan un par de líneas para perder la determinación de olvidar todo y es nada más porque el amor está ahí, presente como nunca antes. 

Apagar el interruptor, ese que borra todo sentimiento, ese que hace olvidar todo para continuar el camino es el que necesito o una fuerza inexplicable para poder retomar el camino y dejar todo atrás. 

Pretexto o realidad, el amor llegó como una fuerte rafaga que inundó todo mi ser, cada espacio del corazón, ese amor fuerte, que marca, que da vida, que hace soñar y ser feliz y no se si tengo el valor para olvidar y dejar de sentirlo.

Valor, valor es lo que me falta.!! 

jueves, 17 de agosto de 2017

No quiero ni puedo estar...

Ya no recuerdo cuantas veces en la vida dije "no más", no solo en un aspecto, sino en muchos de mi vida.

Recientemente lo digo más de tres veces en un día, si, y es porque no tengo el valor de tomar el camino de regreso a la paz que antes tenía, a la soledad que se disfrutaba, al espacio que no era invadido por nadie, a los pensamientos que no eran dedicados a nadie en especial, solamente a mi y a mis sueños, a los suspiros que no eran causados por nadie, que solamente se emitían  por esa paz y esa tranquilidad que daba el tener un corazón libre de cualquier sentimiento, libre de enamoramiento.

Siempre digo que el amor me gana en cualquier actividad que realice, pero en lo personal aún sabiendo que no es el camino correcto, me sigue ganando, a pesar de perder la paciencia y la tolerancia al tiempo inexistente, ese tiempo que todo amor necesita como agua que hace crecer una flor.

Muchas veces sale a flote mi peor versión, y quiero probar de nuevo mi lado de valentía y de fortaleza.

¿Cuándo? no se, solo espero que ahora que ya puse los dos pies en ese camino de regreso no me acobarde y regrese de nuevo a ese punto donde ya no quiero ni puedo estar...

viernes, 11 de agosto de 2017

Mi Unicornio Azul

Con una sonrisa me enseñó a amar a las personas, a ser solidaria, a hacer vida eso de que entre más das más bendiciones recibes, me enseñó sin darme cuenta a ser una mujer fuerte, o como él decía “huevuda y valiente”;  con sus momentos de rigor me enseñó que sin importar nada me amaría siempre, incluso que se encargaría de hacerme sentir su amor el día que ya no estuviera, y lo está cumpliendo.

Lo busco, busco el profundo de sus ojos, la ternura de su mirada, la calidez de sus abrazos y solo logro encontrar su ausencia gritando en silencio, quisiera que todo fuera una mentira, ese sueño que nadie quisiera tener, quisiera que mi vida siguiera siendo tan imperfecta junto a él.

Pasan los minutos y solo quisiera llenarlo de besos, cerrar los ojos y sentir su aroma y escuchándolo decir "yo a vos te amo" y duele, brotan las lágrimas, la melancolía, la tristeza, y me canso de escuchar a las personas decir que todo pronto pasará, ¿pronto? ¿cuándo pronto? si pasó ya un año de que no está físicamente y duele cada vez más.


Su vida se apagó, y no quiero seguir confirmando el suceso, se abrió el grifo de las lágrimas, de los reclamos, de los enojos, de miles de sentimientos más, predominando ese dolor profundo que nunca antes había sentido.

El día que mamá murió fue duro, pero estaba él para amortiguar esa caída, pero ¿y ahora? Fue una caída al vacío, un vacío que aún permanece.

Quiero tener un día a solas con él, un día donde con solo cerrar los ojos, abrazar su almohada o esa chaqueta azul por la que tantas veces le dije.... cambiala, solo esa usas, esa misma que hoy está perfectamente guardada para conservar su aroma y acudir a ella en la tristeza y robarle pizcas de fortaleza, necesito ese día para encontrarme con él.

Eso que dicen que el cielo está de fiesta no va conmigo, solo se que Dios tuvo un premio el día que él llegó, porque ya lo ayuda a tener todo en orden y segura estoy que es el mejor administrador para  Dios y que pone a cada ángel en su lugar cuando no hacen bien las cosas.


Extrañandolo cada segundo de mi vida, si, pero agradecida con Dios por llevárselo como merecía, y pidiendo fortaleza para continuar sin él, sin mi Unicornio Azul.

viernes, 28 de julio de 2017

Que nadie te diga que no.



Cada uno posee en diferente medida la capacidad de soñar, de vivir la vida de la manera que mejor le parezca.

La mía,  va con una blanca bandera de paz, soñadora, nadando contra corriente, necia, testaruda, dicho por algunas personas importantes para mi.

No conocía el miedo, no sabía que era ver de frente a la muerte, y reconocer mi pequeñez ante ella, siempre segura que ser la hija preferida de Dios, pero no consciente de que eso no me hace inmortal.

No se pierde la fe, se pierde a veces la fuerza, las ganas de luchar, las ganas de intentar encontrar una razón más para ponerse de pie, se pierde la capacidad de ver lo hermoso de un paisaje, se muere poco a poco el corazón, se va quedando en el ayer ese pincel multicolor con el que se vivía diariamente.

Muchas veces me siento tan equivocada, tan ilusa ante las circunstancias, ante la vida, y dejo de ver fijamente los ojos de Dios, y es en ese momento, justo donde me pierdo en una cortina densa de humo y mis días se tornan brumosos.

Cuantos días extrañando, cuantos días queriendo estar solamente en los brazos de ese Principito que regresó a su planeta o bajo el cobijo de un unicornio azul que es el pilar más fuerte de mi existencia, ausencias que duelen que se unen a la pérdida de fortaleza.

Los milagros siempre presentes, y un ser supremos sabe cuando enviarlos,  en momentos justos y pone en mis manos la bendición de despejar cielos, de encontrar estrellas, divisar a lo lejos pero siempre,  su mirada.

Que nadie me diga que no, que nadie me diga que no merezco un día gris, que nadie me diga que no puedo llorar, que nadie me diga que soy débil, que nadie me diga que debo ser fuerte, duele tener el corazón fracturado, pero estando en ese fondo es donde descubro siempre la mano de Dios lista para darme impulso y retomar la subida.

Escuchar lo que nos tiene que decir el corazón.

Alguien me dijo, "nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor que escuches lo que tiene para decirte"  y decidí hacerlo.

Cuenta una leyenda que las personas que estamos destinadas a estar unidas del corazón lo tenemos, juntos o no, cerca o lejos, un hilo rojo, ese hilo rojo permanece y nunca podrá romperse.

Fiel creyente de que Dios prepara el camino para luego entender sus razones, vengo ahora a entender porque en algún momento de nuestra vida un hilo rojo fue significativo para nosotros, importante, especial, marcando así nuestra vida juntos.

Él y yo escribimos una historia, muy nuestra, queriendo que así se quede, no importa nadie más, no necesitamos que el mundo nos juzgue.... "respira lento, regresa el tiempo, que yo de amarte no me arrepiento" reza la estrofa de una canción.

Constante construcción de corazón, juntos regenerando ilusiones, sueños, la vida misma, conscientes de que no hay futuro, solamente presente, entregándonos a esos pequeños grandes momentos, sin dudas, sin temores, con total honestidad.

Un hilo rojo que nunca se romperá, por la intensidad con la que vivimos ese amor, por la vida que nos dimos el uno al otro.

Intentando protegernos siempre, sabiendo el significado de la frase "te amo" nos llenamos de ternura e iluminamos el día a día, nadie más, solo dos dandonos vida, inspiración, motivos para seguir, yo en todo momento queriendo devolver un poco de todo lo que me da.

No importa si es con él, no importa si estamos lejos, seguiré fuertemente aferrada a nuestro amor puro,  confiando en nuestro hilo rojo.

miércoles, 19 de julio de 2017

Llegaste para quedarte.

Muchas veces la misma pregunta, ¿en qué momento apareciste y te instalaste tan fuerte en ese corazón que ya no creía en nada ni en nadie?   pregunta a la que no le puedo dar respuesta; apareciste de la nada, a veces pienso que fue el destino, otras, la mayoría de veces, prefiero creer que Dios fue bueno conmigo y te puso ahí, donde pudiera verte y hacerte parte de mi vida.

Pequeño pretexto, la entrega por amor al prójimo fue lo que nos hizo darnos la mano, mirarnos a los ojos y respirar tan profundo que nos hizo perdernos en eso llamado amor, un amor que da vida, que da energía que da motivos para seguir creyendo en magia, en ilusiones y en total entrega. 

Un amor muy parecido a un electrocardiograma, subidas y bajadas, pero siempre con el latido presente, con dudas, con incertidumbre, pero siempre buscando la luz que despierta el calor de la piel y nos hace despertar a la entrega, a la libertad con total pasión. 

¿Dé donde llegaste? no importa, lo que pido a diario es que te quedes presente por el tiempo que me quede de vida.